El sufrimiento no existe para quien desayuna en su propio Shen.

Las emociones y los pensamientos vienen en una maleta.

Aprender a entregarlas es todo un reto. Más si nos volvemos los observadores de las mismas la vida toma otro matiz diferente pues ya no nos dejamos llevar por ese río caudaloso que sólo lleva al dolor.

El aprendizaje que nos muestra cada emoción negativa, cada pensamiento negativo no es el dolor y el victimismo, más si es el aprendizaje a recorrer el camino del Shen ( bien llamado por los chinos como el espíritu celeste que reposa y nos recuerda nuestra verdadera procedencia).

Cada vez que la oscuridad aparezca en nuestra vida, nos enseña de la claridad y si... Es una gran  oportunidad en el camino de aprendizaje. Más en nosotros reposa una resistencia inherente a la entrega. 

" Aquellos que descansan en su Shen, miran la vida desde un apaciguado lugar donde no importa si es de dia o noche, no importa si hay caos o paz, la vida se vuelve la tarima de un teatro donde te conviertes en el principal espectador y no el actor"

Cuando iniciamos este camino del dejar ser o entregar, nos hemos encontrado como nuestro cuerpo se resiste en cada momento, le ha costado... Eso tiene una razón, siempre hemos estado acostumbrados a hacerle caso a esa voz en la mente, y créanme no hay nada más destructivo que hacerle caso a esa voz.

Es la voz del ego, del subconsciente, de lo que no somos, la voz que nos ancla a un cuerpo y nos hace creer que somos únicamente este, que trata de nublarnos lo que nos tiene que enseñar el Shen.

El caos en el mundo es necesario, más el sufrimiento es indicios de una mente frustrada con lo que es.

El caos, como la emoción negativa, como el pensamiento destructivo sólo nos deja una enseñanza:resistirnos al lado oscuro no tiene sentido, sólo nos hace sufrir más. Así es como el Yin no puede coexistir sin el Yang, quisiéramos la claridad siempre... Esto no es posible en este plano terrenal. 

Camilo.